Salvando materiales del olvido, generando valor para todos.
Esta historia comienza varios meses atrás, cuando un cliente me ofreció un silo para mi fábrica de muebles, que en aquel momento estaba empezando a equipar. El silo, un gigante de 8 metros de altura, parecía una gran oportunidad.
El precio inicial no era elevado, unos 1200 euros. Sin embargo, los costes del transporte especial dispararon la inversión a más de 3000 euros. Lo peor llegó cuando, debido a la normativa vigente, no pude utilizar el silo. Así, un intento de aprovechar una oportunidad terminó siendo una de las mayores "cagadas" del año.
Para colmo, el acuerdo no era económico: el cliente quería cajas de pollos como pago. Sin embargo, las cajas de pollos no llegaban, y parecía que tendría que pagar esa deuda en dinero.
Todo cambió con la llegada de Ignacio, un nuevo miembro del equipo encargado de la captación de lotes. Su trabajo, aunque tedioso, era fundamental: llamar a posibles vendedores y cerrar acuerdos. Ignacio consiguió cerrar un lote clave: 2000 cajas de una conocida marca de pollerías en modo consignación, con un precio de salida de 1,95 € por unidad.
El vendedor estaba contento con recibir 1 € por unidad, y, tras descontar nuestra comisión, terminó ganando 1,33 € por caja. Por nuestra parte, este lote nos permitió resolver una vieja deuda. Y, lo mejor de todo, salvamos 2000 cajas de la destrucción, dándoles una nueva vida y evitando que se convirtieran en residuo.
Fabricar una caja de plástico de este tipo desde cero supone un coste ambiental considerable. Si estimamos que la producción de una caja genera aproximadamente 2,5 kg de CO?, evitar la fabricación de 2000 cajas ha permitido ahorrar 5 toneladas de emisiones de CO?. Es decir, lo mismo que emite un coche promedio al recorrer 30.000 kilómetros.
Gracias a nuestro modelo de negocio, este lote no solo resolvió un problema del pasado, sino que también demostró nuestro compromiso con el valor circular. Para los compradores, el ahorro fue significativo: el precio de una caja usada era hasta un 60% más bajo que el de una caja nueva. Por ejemplo, si una caja nueva cuesta 5 €, adquirirlas por 1,95 € supone un ahorro directo de 61%.
A veces, las peores inversiones pueden transformarse en oportunidades inesperadas. Todo depende de la creatividad, el trabajo en equipo y la capacidad de generar soluciones donde otros solo ven problemas. En Sobrantes de Stock, nos enorgullece ser ese puente que conecta materiales sin uso con nuevas oportunidades.
Este lote no solo pagó una vieja deuda; también nos recordó que incluso las peores decisiones pueden tener un final feliz. Además, contribuimos a una economía más sostenible, donde nada se pierde y todo se transforma.
David Izquierdo
CEO iCommers